La excusa de turno: “No sé lo que busco, pero sé que debo seguir buscando”. [Léase con respetuosa sorna].
 
Esta pieza es una sencilla alegoría del autoengaño crónico para posponer todo, que nos incluye el paquete básico de ser humano.
Por ello, he tenido el detalle de dejarte el siguiente turno. Para que, aunque sigas echando balones fuera (traducción libre de la etimología del verbo) seas consciente de tu propia trampa, y brote en ti una de las dos: amor propio o el dios de la vergüenza.
 
[480€: El azar que ha puesto cifra esta obra, lo ha determinado la posición (por página) que ocupa la palabra 'excusa' en el diccionario de la Real Academia Española].