No es necesario ser creyente para admirar la belleza de cualquier rito.
Daniel tiene el ojo derecho personalizado: amarillo, azul, negro y sin pupila.
Y aunque mi padre no le echó fantasía al asunto yo siempre supe que, a través de este, disfrutaba de una realidad paralela que le hacía encontrar belleza en los objetos menos preciados. A eso lo llamo, "ojo Daniel".
A mi ojo Daniel no le gusta hacer fotos a paisajes, pero tampoco a las personas. El primero por el efecto postal, el segundo por defecto profesional.
Sin embargo, lo que en un principio iba a ser una fotografía de estudiante en la esquina de Broadway con Wall Street, carente de toda gracia, resultó interesante durante los escasos segundos en los que una paloma (más cercana a la plaga y la suciedad que a la paz) rebajó el esnobismo de la estampa con sólo posarse sobre la señal. Qué maravilla. Este tipo de casualidades alimentan a mi ojo Daniel y es lo que he querido simbolizar.
[1010€: El valor de esta obra original, perteneciente a la colección "Miscelánea y mis cenizas" expuesta en el Hunter College de Nueva York, responde a la fecha en la que aprendí a hacer revelado analógico. Siendo este negativo mi primera prueba de laboratorio profesional].
El ojo de Daniel
- Dimensiones (incluido marco): 23x23x3.
- Marco incluido.
- Ficha explicativa de 10x6 incluida.
- Certificado de autenticidad.
- Impuestos incluidos en el precio.
- Gastos de envío gratuito para España.